martes, 17 de septiembre de 2013

SE FUE EL GANADERO DE TEPEYAHUALCO, MANUEL DE HARO GONZÁLEZ ... Y DEJA AMIGOS EN VENEZUELA


 
EN MEDIO DE SUS HERMANOS, MANUEL DE HARO GONZÁLEZ

VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
EL VITO

Un día el ganadero tlaxcalteca Manuel De Haro González en palque con un grupo de amigos en Maracaibo, grupo entre quienes se encontraban Antonio Arteaga “Arteaguita”, Jesús  Salermi y Oscar Aguerrevere, ganadero venezolano de Tierra Blanca , disertábamos sobre el inagotable tema del toro de lidia mexicano, el toro de España y las importaciones hechas a Venezuela por los criadores nacionales muy entusiasmados aquellos días con lo de Santa Coloma. 
Poco se hablaba de lo de Domecq, y de lo de México la referencia era histórica porque las grandes ferias nacionales se habían construido construido con la bravura y nobleza del toro mexicano.
Hubo un momento de intransigencia en la discusión, por parte de Aguerrevere, que en ese momento deseaba encender un cigarrillo, pero no tenía fósforos.  
Al solicitarle fuego al ganadero de De Haro, Manuel se le acercó, con un mechero encendido y a medida que Oscar le acercaba el cigarrillo, con intención de encenderlo, Manolo le alejaba el mechero obligándole a humillar al perseguir la lumbre.
A lo que De Haro dijo:
-               Esta es la diferencia, la gran diferencia entre el toro americano, el español y el de México. ¡Que así humilla el toro de México!
 La señora Martha González de Haro, madre de Manuel de Haro, es nieta, sobrina, hija, hermana, prima y madre de ganaderos de reses bravas. Bella dama, estandarte de los ganaderos fundadores de los más célebres hierros de la histórica región de Tlaxcala, ganaderías que sostuvieron sobre sus hombros, durante muchas décadas, el desarrollo de la fiesta de los toros en México y en gran parte de Suramérica.
-  Según datos que gentilmente me ha suministrado el propio don Manuel de Haro, padre de Manuel De Haro González, y en largas, amenas e instructivas conversaciones que he tenido con otro de sus hijos,  el licenciado Jorge de Haro González, destacado abogado, aficionado de categoría y que  vive la fiesta de los toros bajo un prisma muy realista y objetivo, que llegó a ser Presidente de la Asociación de Criadores de Toros de Lidia,  a tempranísima edad;  y Presidente de la Conferencia Mundial de Ganaderos.
Jorge como su hermano Antonio son hombres de envidiable cultura taurina y apego por las cosas de su tierra. Por ellos, los hermanos De Haro González me entero de que todo nació en 1835, cuando don Mariano González Fernández arrendó la hacienda San Mateo Huiscolotepec en el estado de Tlaxcala.
Conocí a Manuel de Haro y a la señora Martha, en la ocasión del primer viaje de los toros de De Haro a Venezuela.
Junto a mi compadre Raúl Izquierdo les invité a comer a casa de Amadeo Costa, cuando éste era propietario del restaurante de carnes La Estancia, en La Castellana; y en una entrevista que le hice a De Haro, me declaró —al preguntarle si se pensaba en importar sementales a México, desde España, para refrescar la sangre del toro mexicano— con una respuesta que provocó revuelo,muchos comentarios en Venezuela e iirritación en México y en España. Los mexicanos de lalinea San Mateo, y los españoles tras lo que luego conquistaron el favor de los criadores sudamericanos.
- "No; no hemos pensado en traer semen de España o en importar sementales", dijo don Manuel De Haro, agregando que "lo que sí tenemos claro es que la ganadería brava española necesita con urgencia refrescarse, y creo que lo más conveniente es hacerlo con semen del toro bravo de México.
Hizo referencia Manuel de Haro a la caída del toro español, por lo que en  1976 la cabaña brava española vivía momentos muy preocupantes.
Hombre de teoría muy definida en la cría del toro de lidia, don Manuel de Haro no sólo ha luchado contra la inclemencia de los suelos de Tlaxcala, las heladas, la falta de recursos, sino a favor de un concepto de selección y de formación de la ganadería brava. Los conceptos y criterios de don Manuel,  lo han enfrentado a los ganaderos de Zacatecas, los herederos de las teorías de don Antonio Llaguno y los jóvenes del México ganadero que hoy perefieren los caminos señalados por los Domecq.
Nos enteramos de la  partida por un mensaje de su hermano Antonio. Habíamos hablado la última vez, días antes de su partida a la Ciudad de México. Había dejado atrás las estepas tlaxcaltecas,esas de helados amaneceres, donde entre magueyes se conservan nuestros recuerdos.


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